viernes, 12 de febrero de 2016

Semana 5: 8 al 12 de febrero.

Esta semana conocí la aplicación práctica del Sistema de balance electrónico, la tracción lumbar: mecánica y manual; y el soporte parcial de peso y entrenador de marcha.

Del Sistema de balance electrónico se me hizo muy didáctico porque en la pantalla aparecen diversos mecanismos de entrenamiento que parecieran juegos, pero en realidad, el objetivo es entrenar la estabilidad, las transferencias de peso, la propiocepción y las algunas estrategias que tiene nuestro cuerpo, como por ejemplo, la de tobillo o cadera. Aprendí que, dependiendo el nivel de estabilidad que le programemos a la máquina, le costará mayor o menor trabajo al paciente, y por lo mismo, deberemos ir de manera progresiva para no producir más daño del que ya hay, y así, producir mayores beneficios de los que tenemos y buscamos. Como en todo.

En cuanto a la tracción lumbar mecánica, aprendí la forma de colocar y sujetar al paciente, que es en la pelvis y en el tórax; además de que se usa un “banco” para reposar los miembros inferiores: flexión de cadera y rodilla a 90°, con la finalidad de disminuir la lordosis lumbar y producir un mayor efecto de tracción. Asimismo, como en cualquier tipo de tracción, debemos recordar la importancia de la alineación del paciente. Por otro lado, en la tracción lumbar manual, debemos aplicar más  fuerza en comparación con la zona cervical, para lograr traccionar de manera eficiente. Una técnica fácil e interesante fue la autotracción, porque como su nombre lo indica es con el peso del paciente con el que se realiza la misma. Le pedimos que se sujete del extremo de una camilla o barras, y deje caer su cuerpo, a manera de suspensión; lo que provocará la tracción.


El Entrenador de marcha también es una forma didáctica de estimular al paciente a su rehabilitación, porque a partir del biofeedback que él mismo observa en la pantalla, aprende a “calcular” su ancho de paso que nosotros ya le hemos programado, y así, generar un nuevo patrón. El Soporte parcial de peso no se pudo probar, pero de acuerdo a lo aprendido sabemos que es una buena herramienta de ayuda para que el paciente se sostenga y pueda realizar la marcha de manera adecuada. Además de que, el entrenador de marcha y el soporte de peso se pueden utilizar de manera simultánea para buscar el mismo objetivo: la marcha.

Los últimos dos días se destinaron para analizar un caso clínico y, proponer su tratamiento de acuerdo a lo visto en los talleres.  Es importante realizar el plan de tratamiento de acuerdo a los objetivos que tenemos tanto nosotros como nuestro paciente, además de, centrarnos primero en tratar y rehabilitar un punto, y después lo demás. Es decir, un padecimiento puede tener diversos desajustes postulares, en muchas partes del cuerpo, pero debemos enfocarnos en la causa por la que acude el paciente. Aun así, debemos poner atención a todos los padecimientos del paciente, porque a veces, omitimos cosas importantes que pueden modificar nuestro tratamiento completamente no obteniendo en absoluto los objetivos deseados.


Algunos compañeros propusieron crioterapia para cicatriz, a lo cual aporté que, sería bueno la termoterapia por el efecto de extensibilidad de colágeno, aumento del trofismo y actividad metabólica; y después terapia manual. No obstante, una de las pasantes me sugirió que esos efectos podían ser reemplazados por el ultrasonido mecánico. J


Para seguir mejorando me propongo seguir estudiando todos los agentes, comparar y analizar las funciones de cada uno, e investigar síntomas y fisiopatología de enfermedades que desconozca. 

Imágenes extraídas de equipos interferenciales, recuperado el 12 de febrero de 2016, de http://www.interferenciales.com.mx/quienes-conocenos.php