jueves, 14 de enero de 2016

Primera semana: 11 al 15 de enero.

Los primeros días en la CEIFB estuvieron tranquilos puesto que nos explicaron cómo es que funciona, cómo funcionamos nosotros (en conjunto, como equipo) y también, cómo es que el paciente interviene.

A pesar de que conocí un nuevo contexto, y aún no “toca mi turno” para empezar a observar, desde el primer momento ya estoy aprendiendo muchísimo… Del papel tan importante que tiene la buena actitud para aprender y para generar un ambiente favorable, así como de las reglas y derechos que cada uno de nosotros tiene. Cabe mencionar que, el que todavía no esté en clínica “observando” pacientes no significa que no aprenda de lo que veo; por ejemplo, cómo se dirigen los compañeros y las licenciadas a los pacientes, cómo está distribuida la clínica y los materiales en ella, etc.

Lo que más gustó de esta semana fue haber tenido la oportunidad de pasar a observar mi primer en consulta. No lo hice sola, estuve con compañeros más grandes. Una de las pasantes estuvo a cargo.




En algunas materias realicé algunas historias clínicas, pero esta experiencia es inigualable porque aunque la anamnesis o exploración física en esas materias eran serias, respetuosas y éticas; al tener a un paciente enfrente, que acude a una terapia “real” (donde paga por los servicios y de la misma manera espera resultados positivos a su padecimiento) fue para mí verdaderamente emocionante, ya que, afortunadamente fue paciente pediátrico. El niño se mostró al inicio un poco tímido (y yo también lo estaba –no sabía en qué momento podía hacerme presente con él y que él se sintiera en confianza conmigo), pero antes de comenzar la exploración física, comenzamos a jugar con él para que adquiriera un poco de confianza y se sintiera cómodo con nosotros.  Me agradó mucho que ella nos fuera haciendo saber ciertos aspectos que no se nos deben olvidar preguntar u observar; hubo un momento en el que le pregunté si podíamos repetir un movimiento –en la exploración física- porque lo observé un poco anormal y me dijo que sí, me hizo muy feliz porque a partir de eso, observamos hiperlaxitud en sus tobillos y pies –a lo cual ella invitó a un compañero a percibir-.

Otro punto a rescatar fue que, en clases recientes de fisioterapia neurológica conocimos el desarrollo psicomotor del niño, esto me permitió integrarlo al momento de la consulta. Puesto que si no sabes qué es lo ideal en esa etapa, no sabrás qué es lo que hace falta realizar, y qué aspectos debes trabajar y/o reforzar. Me propongo seguir leyendo y tener una actitud positiva hacia el nuevo conocimiento.

Todo inicio es bueno, quizás con un poco de miedo o quizás también, ¡con mucha emoción e interés por aprender! :)

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